12 abr 2012

La pulga rusa de Gemma Martí O'Toole y Noemí Villamuza

Hoy venimos a presentaros una novedad que nos ha llamado mucho la atención por una cuestión de formato: La pulga rusa. Este cuento narra la historia de Polina, una afamada pulga acordeonista del circo de Jétov, donde trabaja de sol a sol por muy poco a cambio. Pero Polina decide un día decir basta y escapa de todas sus miserias, incitando con su gesto al resto de compañeros que también viven explotados por el malvado y ávaro Jétov.

No obstante, a pesar de que la historia tiene un carácter que nos agrada, como hemos dicho, lo que más nos atrae del libro es su forma. Pues es un libro singular que uno no abre de forma habitual. Ni siquiera a la japonesa. En la portada y en la contraportada ambas asas de plástico nos permitirán hacer lo siguiente:





Voilà!!! ¡Un acordeón!





El perfecto acompañante para nuestra artista rusa (se sabe que sentimos cierta inclinación por todo lo ruso).


De la historia de Martí O'Toole, diremos que nos parece una preciosa fábula que demuestra que uno no debe permitir a los demás traspasar ciertos límites. Que se ha de luchar por preservar nuestra integridad y nuestro arte, y no dejar que otros nos pierdan el respeto. Las ilustraciones de Villamuza trasmiten muy bien la tradición circense. Es un dibujo actual, muy bien detallado y coloreado. La ilustradora muestra su habilidad al combinar el bosquejo con el color y el mínimo detalle sin dar la sensación de que el dibujo esté incompleto; al contrario, en algunos casos le va perfecto para delimitar el primer plano del segundo (NOTA: esto así explicado no sabemos si se entiende, así que intentamos adjuntar una foto para ver si se aprecia un poco mejor. A nosotras, es que no moló su técnica).




Esta obra, introducida por un presentador, como bien debiera ser, pues el cuento también puede ser un espectáculo, está editada por la Galera y es la ganadora de 14º concurso de cuento infantil del Hospital Sant Joan de Déu. Despistadas no nos llevamos la versión original, por algún motivo imprevisto, así que por tanto, daremos como siempre crédito a la traductora, esta vez al castellano: Pilar Comín Sebastián.

Eso es todo. ¡Os esperamos! 

Por cierto, como Polina es tan rusa, y nosotras tan fanáticas de esas tierras, os dedica con todo su amor pulguístico lo siguiente, uno de sus grandes éxitos en el circo:






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